Condiciones para el Quiebre del Régimen en Venezuela.
- Carlos Daniel Osorio.
- 31 ene 2019
- 6 Min. de lectura

A medida que transcurren los días, la fracción afín a Nicolas Maduro se manifiesta cada vez más débil ante el avasallante peso de las circunstancias que afronta. Sin embargo, las intenciones del régimen de mantener el poder se mantienen, y lo adverso de su situación actual le obliga a replantear sus estrategias para conservar los espacios que hoy ocupa sin el respaldo de la mayoría de los venezolanos.
La pérdida de apoyo en la región latinoamericana, que anteriormente resulto un bastión diplomático vital para la legitimación dentro y fuera de nuestras fronteras, ha sido uno de los puntos más urgentes para un chavismo que ve restringidas sus posibilidades de establecer acuerdos comerciales que pudieran suscitar ingresos para sostener el modelo político que ellos han planteado. Aunado a lo anterior, la presión económica ejecutada por los Estados Unidos ha repercutido en las posibilidades de Maduro de comerciar fuera del continente incluso, lo que representa un bloqueo para el acceso a potenciales ingreso que pudieran sostener las políticas sociales con las que otrora ganaba el respaldo de los sectores más vulnerables.
En cuanto a los organismos internacionales, la situación se presenta igualmente desfavorable para quienes hoy usurpan los poderes públicos. Tanto en los entes regionales como la OEA, como en los foráneos, entre ellos la Unión Europea, la mayoría de los países que se encuentran en dichos organismos multilaterales han manifestado su descontento con la permanencia de Maduro en el poder dada la ilegalidad del proceso por el cual asume el poder el pasado 10 de Enero. Ello ha conllevado a que los anteriores entes hayan asumidos posturas acordes a lo que la mayoría de los países que los conforman han dictaminado, lo que subsecuentemente ha generado pronunciamientos de rechazo hacia el régimen y más importante aún, repercusiones que afectan directamente a los responsables de la situación actual, desde denuncias ante la Corte Penal Internacional por violaciones de Derechos Humanos, hasta el congelamiento de cuentas de particulares afines al chavismo en el extranjero.

Es importante resaltar que es en el territorio nacional donde se está llevando la dirección y se está aprovechando este conjunto de acciones internacionales. La oposición democrática hoy cuenta con un respaldo ciudadano sin precedentes, lo que ha devenido en una exitosa serie de manifestaciones públicas que han ejercido efectiva presión sobre quienes ocupan hoy los poderes de forma ilegítima. Los factores democráticos hoy se encuentran articulados y han actuado acorde a las circunstancias, respetando la figura que ha representado Juan Guaido como abanderado de la nueva etapa de la recuperación del país, y resolviendo internamente cualquier diferencia que pudiere existir en pro de la salida de Maduro y el resto de su administración de los espacios públicos.
Como último factor en esta etapa, hoy el descontento popular es el más grande que ha tenido en contra el régimen desde su existencia en la política nacional. Esto último se explica en el hecho de que no solo se cuenta con los clásicos sectores que adversaban al que en ese entonces fuera gobierno, sino que además sus partidarios son cada vez menos debido al desacierto en la implementación de sus políticas sociales de tendencia populista, debido a que estas resultan insuficientes para garantizar la calidad de vida de sus beneficiarios a casusa de que estos recursos se hacen paupérrimos ante el acelerado crecimiento de la crisis. Esto se hace extensivo no solo a la sociedad civil, sino al componente militar e incluso a quienes ocuparon importantes cargos en los poderes públicos gracias al chavismo, dado que los incentivos para seguir defendiendo el modelo se hicieron insuficientes y la presión interna y externa les hace reconocer la gravedad de la crisis y tomar otras decisiones.
Ante este panorama adverso para un chavismo que el público percibe en el ocaso de su permanencia en el poder, son pocas las alternativas que le restan para mantener su posición. Esto último resulta especialmente importante, dado que sus acciones en días recientes demuestran que su motivación principal no es negociar una salida pacífica en la que no se vean afectados con las penas que les competen a los particulares que hoy son responsables de crímenes de lesa humanidad, al contrario, su disposición está orientada a mantener el poder como prioridad.

Para ello, la tendencia para manejar la situación por parte de los poderes ilegítimos será la aplicación de políticas de poder duro, en las que la principal característica sea la de tratar de eliminar los focos de protesta a nivel nacional.
Resulta complejo eliminar las manifestaciones que se dan en todo el territorio debido al volumen sin precedentes de las mismas, y para ello, los órganos represores afectos a Maduro se valdrán de técnicas que no han sido utilizadas anteriormente para generar temor en la población. Este punto sin embargo puede resultar a su vez desfavorable para Maduro, dado que las fuerzas militares y policiales pueden negarse a cumplir con la cadena de mando debido a la magnitud de la violencia solicitada, por lo que es un punto que manejara con especial cautela, tratando de redirigir buena parte de los recursos que tiene disponibles para incentivar y mantener la lealtad de estos últimos.
La censura a los medios digitales y en general a las redes sociales son otras medidas que pueden adoptar los poderes públicos a favor de Maduro con el fin de restringir el acceso a la información y además desarticular la protesta. Ya han sido realizadas pruebas de la censura de páginas web como Instagram y Youtube recientemente por periodos cortos, y son alternativas que tiene a mano el autoritarismo.

En este orden de ideas, se puede contar también con la crisis actual como condición favorable para la coalición que hoy usurpa el poder. Este factor tiene consecuencias interna y externamente. En cuanto a lo interno, la disminución de la capacidad adquisitiva diariamente y la mala calidad de los servicios públicos suscita la incapacidad de organizar protestas de larga duración en la sociedad civil, por lo que los llamados a paro pueden resultar perjudiciales para las fuerzas democráticas. A su vez, esta crisis interna tiene repercusiones fuera de las fronteras venezolanas, ya que la misma genera migración de venezolanos hacia otros países (de la región latinoamericana principalmente) que no cuentan con las capacidades de brindar suficientes oportunidades a los extranjeros y que además representan un aumento adicional en el gasto público que no se tenía previsto con anterioridad. Cuando estos últimos se van del país en condición de refugiados la tarea se complejiza, ya que se convierte en un tema que ha de ser solucionado de forma conjunta por los países que los reciben, y que a su vez tiene consecuencias en la aceptación de los ciudadanos con respecto a sus gobiernos que deciden brindar ayuda a los refugiados en detrimento de los problemas que cada nación pudiere tener. Esto convierte a la diáspora venezolana en un punto a favor con que cuenta Maduro para negociar, dado que puede prometer garantizar políticas económicas que mejoren las condiciones internas para así frenar el flujo migratorio y así disminuir el impacto económico de la crisis nacional en la región.
Como último punto de esta fase analítica, los aliados de la administración de Maduro como Rusia y China desean mantener su influencia en la región latinoamericana, y con las tendencias de los gobiernos del continente hoy, Venezuela resulta de las pocas opciones disponibles para cumplir sus fines. Sin embargo, la deuda contraída por el Estado venezolano con estos países deviene en que el riesgo que estén dispuestos a asumir en forma de recursos es limitado, por consiguiente reconocen que el cambio de administración haría posible el cumplimiento de los acuerdos.

En última instancia, el bosquejo elaborado en los anteriores párrafos es un intento por develar las fortalezas y oportunidades que aún tiene Maduro a su favor para mantener el poder. Es cierto que hoy el punto de quiebre de su coalición se vislumbra cada vez más probable e incluso más cercano e inminente, por lo que el análisis hecho hasta ahora intenta de forma general describir cuales son los puntos que se han de tener en cuenta para acelerar la caída del régimen y así, poder construir la nueva república a partir de los valores democráticos que permitan el desarrollo de nuestra nación y a su vez, una mayor calidad de vida con nuestros ciudadanos, cosa que solo será posible con un cambio de modelo, en el que sean los ciudadanos quienes tomen las riendas del destino del país responsablemente.
Kommentare